La Cuarta Revolución Industrial, llamada también la Industria 4.0, es la revolución de los datos y el big data, del almacenamiento masivo, el Internet de las cosas (IoT) y la inteligencia artificial. En ella se presenta a la tecnología como una herramienta aliada para mejorar la calidad de vida y el trabajo de las personas. Consiste en una nueva forma de organizar y gestionar los recursos y los medios productivos, creando así, empresas más eficientes e inteligentes. Es el resultado de la evolución que ha venido experimentando el sector productivo.
Empezaremos por recordar las tres revoluciones anteriores:
El concepto fue acuñado por Klaus Schwab, Fundador y ejecutivo del Foro Económico Mundial, quien aseveró que la Cuarta Revolución Industrial “está caracterizada por una fusión de tecnologías que están borrando las líneas entre lo físico, lo digital y lo biológico”.
Los inicios se marcarían alrededor del año 2014 con la aparición de las fábricas inteligentes y la gestión online de la producción.
Según Salesforce, (1) el resumen más fiable de la Cuarta Revolución Industrial, puede extraerse de examinar la tecnología que la está impulsando. Esto incluye: Inteligencia Artificial (AI), Blockchain, computación cuántica, nanotecnología, robótica, Internet de las Cosas (IoT), impresión en 3D, vehículos autosuficientes y almacenamiento de materiales. Los avances tecnológicos derivados de estas disciplinas están acentuando las posibilidades, según Schwab, de “miles de millones de personas conectadas por dispositivos móviles, con una capacidad de procesamiento, almacenamiento y acceso al conocimiento, sin precedentes”
A la par con los avances en robotización, las premisas sobre lo que pueden hacer las computadoras se han expandido recientemente. La informatización se ha limitado históricamente a tareas rutinarias no cognitivas basadas en reglas (Levy y Murnane 2003). Para los algoritmos basados en inteligencia artificial y big data, ahora están ingresando rápidamente en nuevos dominios y podrían sustituir fácilmente a los humanos en una amplia gama de tareas cognitivas, no rutinarias como solucionar problemas, entender el lenguaje humano, manejar un automóvil o diagnosticar enfermedades. Algoritmos sofisticados ya están asumiendo gradualmente una serie de tareas realizadas por secretarias, agentes de viaje, asistentes legales y financieros, abogados de contratos y patentes, y ayudando en tareas de logística y diagnóstico médico.
A causa de la robotización y la automatización de funciones laborales, propios de la Revolución Industrial, no hay consenso de si habrá ganancia o pérdida neta de puestos de trabajo en términos absolutos. Sin embargo, se pueden advertir tres consensos básicos:
Posiblemente se eliminarán muy pocas ocupaciones completamente durante la próxima década, pero la tecnología sí afectará a todas las profesiones en mayor o menor medida dadas las habilidades de las que se compone cada una, unas más rutinarias y robotizables, y otras menos. Lo importante no es la fecha exacta sobre la desaparición de un empleo, sino saber qué ocurrirá en un horizonte cercano.
Otros resultados serán la automatización total de la producción de manufacturas, por la incorporación de robots integrados en sistemas ciber-físicos que combinarán maquinaria física con procesos digitales. Estos robots serán capaces de tomar decisiones descentralizadas, de cooperar entre ellos, y con trabajadores humanos mediante el Internet de las Cosas y la computación en la nube. Se desarrollarán las “fábricas inteligentes” capaces de controlarse a sí mismas mediante la construcción de redes inteligentes a lo largo de toda la cadena de valor. Las nanotecnologías, neurotecnologías, biotecnologías, los sistemas de almacenamiento de energía renovable, los drones, las impresoras 3D serán responsables de una rápida y profunda transformación de la sociedad industrial.
Pese al análisis pesimista respecto a los empleos como resultado de la automatización, varios expertos resaltan la creciente emergencia y demanda de nuevos puestos de trabajo, destacando que el supuesto de automatizar un grupo de tareas, no elimina la necesidad de otras no automatizadas, por lo cual el escenario apocalíptico del fin del trabajo ejecutado por humanos queda descartado.
Se estima que la Cuarta Revolución Industrial va a suponer grandes progresos en la variedad, las cantidades, la calidad y el coste de los productos, permitiendo ganancias de productividad y eficiencia con importantes beneficios económicos para las empresas, facilitando el crecimiento y desarrollo económico global.
No obstante, también se van a plantear nuevas amenazas y desafíos relacionados al capital humano, el mercado de trabajo, la desigualdad, la seguridad geopolítica, como también en los sistemas de valores y marcos éticos.
En Márquez, Perdomo & Asociados, miembro de Crowe Global, contamos con profesionales capacitados para ofrecer la asesoría tecnológica que toda empresa u organización necesita al momento de tomar decisiones inteligentes para alcanzar un valor duradero en el mercado.
(1) Salesforce: Es una plataforma de gestión de relaciones con los clientes(CRM) basada en la nube (Customer Relationship Management)