¿Cómo implementar un sistema efectivo de gestión de riesgos?

Mientras leemos este artículo, las empresas están perdiendo, en promedio, el 5% sobre sus ingresos anuales. Este porcentaje de pérdida fue observado según un estudio realizado por la ACFE (Asociación de Examinadores de Fraude). 

Las razones son distintas de empresa a empresa. La falta de una cultura de gobernanza interna y adherencia a valores institucionales son principalmente la causa. 

La mayoría de las empresas están enfocadas en la rentabilidad, la eficiencia y el crecimiento, pero desafortunadamente pierden el enfoque en controlar sus operaciones. «Lo que importa es vender» y «entre más crecemos más ganamos», son frases comunes que he escuchado. Sin embargo, cuando se busca crecer de forma no controlada los impactos económicos adversos están a la vuelta de la esquina. 

Los directivos de la vieja usanza suelen decir «aquí las cosas siempre se han hecho así» o «no queremos burocracia, nos impide crecer». Pensamientos como estos son los que han llevado a la quiebra a empresas de todos tamaños, por el exceso de confianza y complacencia de que las cosas deben seguir como están para seguir creciendo. 

Entonces la pregunta es, ¿cómo puedo implementar un sistema efectivo de gestión de riesgos que me permita y a mi organización tener control, tranquilidad y seguridad en mis operaciones?

1. Institucionalízate. Dirige tus esfuerzos en que la cultura se establezca desde lo más alto de la organización (dueños o accionistas, consejo de administración, comités y órganos intermedios de control). De muy poco sirve que los mandos medios estén comprometidos si desde la cúpula no se permea la cultura y el compromiso. ¿Cómo puedo hacer realidad esta cultura? Empieza por establecer órganos de control, un consejo de administración, comités (finanzas, auditoría y riesgos, entre otros) y establece políticas y procedimientos para delinear el mandato.  

2. Diagnostícate. Como cuando vas al doctor a tu check-up anual para ver cómo andas de triglicéridos o colesterol, realiza un check-up de control en tu organización para conocer: i. grado de adherencia a valores y políticas, ii. Cantidad de controles existentes, iii. grado de mitigación de riesgos, iv. segregación de funciones existentes, v. niveles de autoridad establecidos, entre otros. El diagnóstico debe darte las bases para priorizar y enfocar los esfuerzos de la empresa de una manera eficiente e inteligente.

3. Crea un sistema. Se requiere el compromiso de la gente (dueños de proceso y de control) para cumplir con las políticas y procedimientos a través de los procesos y sistemas existentes. Crea un sistema de supervisión, remediación y monitoreo que te de la tranquilidad de que las cosas que puedan poner en riesgo la continuidad de las operaciones u originar impactos adversos (temas reputacionales, económicos, otros), están siendo atendidas de manera correcta y oportuna. 
Te invito a que compartas esta información en tu organización y te sumes a promover una cultura de control, cumplimiento e institucionalización que ayude a tu empresa a crecer de manera sostenida teniendo siempre en mente la maximización de valor para los socios o accionistas.