Las empresas tienen la responsabilidad y obligación de respetar la igualdad de trato y de oportunidades en el ámbito laboral. Precisamente por este motivo, es necesario que las organizaciones adopten medidas dirigidas a evitar cualquier tipo de discriminación laboral entre mujeres y hombres.
Los Planes de Igualdad son la mejor garantía de cumplimiento de esta responsabilidad empresarial. En su proceso de elaboración e implantación, se pueden revelar prácticas discriminatorias por razón de género que no serían detectadas de otra forma y por lo tanto no podrían ser corregidas.
No implantar un Plan de Igualdad puede implicar sanciones dinerarias de hasta 6.250,00€ para tu empresa por infracción de relaciones laborales individuales y colectivas.
Además, las empresas que no lo implementen también pueden ser penalizadas con la pérdida automática de ayudas y bonificaciones.
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