Fondos europeos Next Generation EU

Next Generation EU: ayudas urgentes, estables, duraderas y para todos

Este hito histórico nos permitirá afrontar la nueva normalidad construyendo una Europa más avanzada y sostenible.

Omar Garzesi, Socio de Ayudas e Incentivos
24/03/2021
Fondos europeos Next Generation EU

El pasado 12 de marzo se publicó el Real Decreto-Ley (RDL) de medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial, unas medidas dirigidas a paliar los efectos de la situación actual generada por la pandemia de la Covid-19, mediante ayudas directas, que serán las primeras de las que vendrán a continuación como las ya conocidas como Ayudas del Fondo de Recuperación y Resiliencia o Next Generation EU.

Los fondos Next Generation representan una oportunidad única e irrepetible para que España reinicie el crecimiento económico, evitando que el shock causado por la pandemia se convierta en una depresión marcada por un alto desempleo y un colapso del consumo. De hecho, además de ayudar a las empresas a afrontar los retos y costes generados por la Covid-19 como se ha hecho hasta la fecha, será necesario prepararse para afrontar la nueva normalidad, interviniendo de forma decisiva para afrontar la crisis provocada por la emergencia sanitaria y relanzar la competitividad de nuestro país.

Para aprovechar al máximo esta oportunidad histórica, necesitaremos utilizar el Fondo de Recuperación de manera responsable. Se trata de un recurso importante ara el relanzamiento del país que solo será efectivo si se utiliza para incentivar aquellas inversiones y reformas que, a nivel internacional, ya han demostrado tener un impacto positivo en las tasas de crecimiento y empleo. Se trata de potenciar las inversiones en investigación, desarrollo e innovación, y las relacionadas con industria 4.0 o eco-sostenibilidad. Está ampliamente demostrado que el gasto en innovación es una inversión que impulsa la facturación y mantiene o aumenta la competitividad, además de ser una forma de reactivar el crecimiento a medio y largo plazo.

Si miramos las mejores prácticas, muchos países se han embarcado en el camino de los incentivos ligados a nuevas vías de crecimiento, y uno d ellos lo representan los incentivos a la inversión enfocados a la digitación del tejido industrial (4.0) y del sector público, así como las inversiones verdes y sostenibles. En este sentido, es necesario realizar inversiones focalizadas en sectores y áreas clave para el proceso de recuperación del PIB y protección del empleo con el objetivo de crear empleo y valor en términos de competitividad a medio y largo plazo.

Las mejores prácticas internacionales nos enseñan que para que un incentivo sea eficaz primero debe estar bien definido y ser simple. La simplicidad se consigue creando una herramienta automática clara y estable en el tiempo y con un ritmo determinado. Un incentivo es eficaz sólo si estimula nuevas actividades e inversiones, que en ausencia de dicho incentivo, la empresa no haría.

Siempre se ha dicho que las ayudas deben ser estables en el tiempo y que no deben emplearse de forma puntual. De lo contrario solo será una ayuda inmediata que será de poca utilidad. Hoy la supervivencia de muchas de estas entidades está en juego debido a la larga duración de la reducción de actividad en determinados sectores y ámbitos geográficos durante la pandemia. Lo urgente es prioritario, y reforzar la solvencia de aquellos autónomos y empresas afectados por una intensa caída de sus ingresos, es absolutamente necesario. Para ello, el RDL articula un conjunto de medidas para movilizar una inversión pública de hasta 11.000 millones de euros que son agua de mayo para autónomos y empresas.

Ahora bien, la ejecución del resto de las ayudas será fundamental. No debemos olvidar que España ha tenido resultados bastante decepcionantes en el uso de los fondos de la UE. Hay demasiados proyectos, y la fragmentación corre el riesgo de reducir el impacto en el crecimiento. Es necesario un plan orgánico y coherente que se enfoque en la competitividad de las empresas y permita un crecimiento que haga sostenible la deuda. Como mencionamos anteriormente, los incentivos funcionan cuando son automáticos, simples y estables. Deben comunicarse con mucha antelación para que las empresas puedan planificar sus inversiones a medio y largo plazo. El Fondo de Recuperación puede ser una buena oportunidad para hacer permanente en España, por ejemplo, el apoyo a la Investigación y Desarrollo, un sector en el que de por sí invertimos menos que la media europea. El I+D merecería un horizonte extendido que nos permitiera estimular el crecimiento del PIB puesto que la constancia en este tipo de apoyos económicos es un claro estímulo al crecimiento.

En resumen, para que sean eficaces, los incentivos deben ser claros y sencillos, basados en herramientas automáticas, estables en el tiempo y en una determinada temporalidad. Sin embargo, a menudo se pierden muchas oportunidades de inversión porque, en comparación con otros países competidores, no podemos ofrecer incentivos con estas características. Las lecciones del pasado son claras y, esta vez, con una ocasión histórica como la del Fondo de Recuperación del Next Generation, contamos con toda la información necesaria para diseñar medidas que nos hagan más competitivos, no solo a nivel europeo sino internacional, y que nos permitan atraer esas inversiones en innovación que tanto necesitamos en nuestro país.