2021 no es cualquier año. Es el año en el que se inaugura el lanzamiento de dos programas de subvenciones sin precedentes que tienen como objetivo sustentar la recuperación económica tras la pandemia del COVID-19 y facilitar la puesta en marcha de las prioridades a largo plazo de la Unión Europea en diferentes ámbitos de actuación.
Para ayudar a reparar los daños económicos y sociales causados por la pandemia del coronavirus, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los dirigentes de la UE han acordado un plan de recuperación que liderará el camino hacia la salida de la crisis y sentará las bases para una Europa moderna y más sostenible.
El plan de recuperación para España tiene una dotación final de 79.796 millones de euros. La cifra supone un incremento de 10.359 millones, casi un 15% más respecto a los 69.437 millones comprometidos inicialmente, lo que sitúa a España como el país que mayor volumen de ayudas recibirá. Adicionalmente, España dispondrá de la posibilidad de solicitar otra cuantía similar en concepto de préstamos con bajos intereses y sumará así unos 150.000 millones de euros. Para España, las medidas deberían ser inmediatas y los resultados visibles a partir del 2022.
Distribución de los fondos
Este presupuesto gigantesco se tendrá que distribuir en su mayoría antes del año 2023. Tres canales de distribución se están definiendo:
Es muy relevante recordar a las entidades españolas la importancia de dicho procedimiento de acceso a ayudas públicas para que la priorización de los proyectos de las empresas se haga de manera ordenada y sistemática. De esta forma, las empresas ahorrarán tiempo a sus equipos y posiblemente reducirán las facturas en consultoría.
Criterios de priorización
Algunos de los criterios de priorización de las inversiones deberían ser entre otros: la singularidad del proyecto, su grado de madurez, el importe, el potencial de comercialización, el nivel de innovación, la capacidad del promotor del proyecto en cubrir como mínimo el 70% del presupuesto de la inversión, el potencial de creación de riqueza para el país, el fomento del equilibrio territorial, la contribución a la lucha contra el cambio climático, la capacidad de generar bienestar y progreso social.
Guardad en mente de no sucumbir a la “fiebre de los fondos europeos”. El modelo de concurrencia competitiva hará que únicamente los mejores proyectos reciban fondos. No habrá subvenciones para todos, tampoco para todos los proyectos y tampoco los subvencionaran al 100%. Una buena preparación, os permitirá optimizar al máximo las subvenciones y mejorar considerablemente el ratio de éxito.
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