El sector bancario europeo y el papel del Supervisor

A los Tercios españoles se les distinguía dentro y fuera del campo de batalla, tanto por su capacidad militar como por su visión del honor.
De manera análoga, al sector bancario europeo se le distingue por su gran capacidad de resistencia frente a perturbaciones externas que, en muy pocos casos provocan efectos de contagio, siendo estos limitados y transitorios. Esta capacidad de resistencia cuenta con el papel activo de los supervisores, que, de manera proactiva y reactiva, exigen la preparación al sector bancario para contar con esta capacidad de resistencia.

Las prioridades supervisoras se establecen tras una evaluación holística de los principales riesgos y vulnerabilidades de las entidades. 

La incertidumbre del entorno macrofinanciero, junto con la persistencia de las tensiones geopolíticas y el riesgo de nuevos episodios de tensiones financieras, siguen configurando las perspectivas del sector bancario europeo.

Las entidades supervisadas han resistido bien las perturbaciones macrofinancieras y geopolíticas adversas de los últimos años. De cara al futuro, el sector bancario europeo se enfrenta a varios retos que requieren una mayor vigilancia por parte de los supervisores y de las entidades. 

Dado que la transformación digital es ahora una prioridad para muchas entidades que desean seguir siendo competitivas, las prioridades supervisoras establecen la necesidad imprescindible de disponer de salvaguardias adecuadas para limitar los posibles riesgos relacionados con las nuevas prácticas y tecnologías operativas. 

En el contexto de las prioridades supervisoras para 2024-2026, se pedirá a las entidades supervisadas, en primer lugar, que refuercen su capacidad de resistencia frente a perturbaciones macrofinancieras y geopolíticas inmediatas, que aceleren la corrección efectiva de las deficiencias en la gobernanza y la gestión de los riesgos climáticos y medioambientales y que sigan avanzando en su transformación digital y en la elaboración de marcos sólidos de resiliencia operativa. 

En esta relación del sector bancario y los supervisores se pone de manifiesto la necesidad de reforzar la eficiencia y la eficacia del diálogo entre las partes, así como la empatía en los equipos de trabajo, lo que supone un plus muy relevante.

Es por ello que enfatizar en el reforzamiento de la capacidad de resistencia ante perturbaciones macrofinancieras y geopolíticas inmediatas, así como la mejora de los marcos de gestión de activos y pasivos, debe estar en las agendas de los equipos de trabajo tanto de las entidades financieras como de los supervisores.

Echando la vista atrás, las mejoras son ostensibles, si bien aún existe un amplio espectro de mejora, como la que requieren el funcionamiento y las capacidades de gestión de los órganos de administración, y la agregación y la presentación de datos sobre riesgos.

Si bien cumplir con estas prioridades supervisoras exige a las entidades contar con presupuestos de inversión para poder responder a estas circunstancias, el resultado ofrece una confianza y resilencia a las entidades que supera ampliamente estos presupuestos de inversión.

Desde Crowe Banca Consultoría prestamos apoyo a las Entidades en la preparación, implantación, y remediación de las prioridades supervisoras.