El mundo está cambiando y la crisis climática pone en jaque los modelos de negocio actuales. Las leyes, regulaciones y requisitos de presentación de información en sostenibilidad están evolucionando a un ritmo vertiginoso para tratar de frenar el cambio climático.
La nueva Directiva Europea de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y los Estándares Europeos de Informes de Sostenibilidad (ESRS) suponen un gran reto para las empresas, ya que albergan nuevos principios que se deberán incorporar a la forma de hacer negocios en toda la cadena de valor. Además, los plazos de aplicación de la directiva están cerca y es preciso empezar a analizar el nivel de preparación.
¿Cuándo empezar a reportar con los ESRS?
En enero de 2024, las empresas sujetas a la Directiva de Información No Financiera (NFRD) – grandes cotizadas, entidades financieras y de seguros, con más de 500 empleados – deberán recopilar su información de conformidad con los ESRS para presentar su informe en 2025.
Seguidamente, las empresas que cumplen con dos de estas tres circunstancias - más de 250 empleados, más de 25 M€ del total de activos y más de 50 M€ de importe neto de cifra anual de negocios - deberán adecuarse a partir de enero de 2025 para presentar su informe en 2026.
Empezar ahora a identificar el nivel de cumplimiento con los requisitos que plantean los nuevos estándares es un imperativo. Antes de iniciar el proceso de adecuación a la nueva Directiva, es básico realizar un Readiness Assessment que permita detectar a través de todo el set de ESRS cuáles se están cubriendo con la información y los sistemas actualmente disponibles y cuáles se deben trabajar.
ESRS: entendiendo los pilares del nuevo paradigma
Los ESRS son la columna vertebral de un nuevo sistema de estándares destinado a transformar la forma en que las empresas informan sobre aspectos de sostenibilidad. Este conjunto de normas abarca una gama diversa de temas, desde principios generales hasta estándares específicos para sectores.
Este nuevo sistema de estándares se divide en tres categorías fundamentales. En primer lugar, los "cross-cutting standards" (estándares transversales) que conforman el núcleo del sistema. Destacan ESRS 1, que establece principios generales de información conforme a la propuesta de la Directiva, y ESRS 2, que aborda la forma en que las empresas deben integrar la sostenibilidad en su estrategia de negocio, identificando impactos, riesgos y oportunidades.
En segundo lugar, los "topical standards" (estándares comunes) se centran en requerimientos de información específicos sobre impactos, riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad, considerados materiales para la empresa informante, independientemente del sector. Estos incluyen estándares ambientales (ESRS E1 a E5), sociales (ESRS S1 a S4) y de gobernanza (ESRS G1).
En tercer lugar, los "sector-specific standards" (estándares específicos por sector) aún no disponibles públicamente - se espera que la Comisión Europea adopte los requisitos de información antes de junio de 2026 - obligarán a empresas en ciertos sectores a informar sobre aspectos considerados materiales para su operación específica, aplicando métricas de cumplimiento.
Esta estructura integral, que es además interoperable con los Estándares GRI, permitirá organizar la información de manera coherente, fomentar la comparabilidad entre sectores y facilitar la navegación a través de la información. Este proceso está diseñado para alinearse con la CSRD, asegurando la consistencia y equilibrio en la divulgación de información de sostenibilidad.
Conoce el nivel de cumplimiento con los ESRS
Bajo este contexto de cambios inminentes sobre la forma en la que se deberá presentar la información, desde Crowe hemos puesto a disposición sin coste, nuestro “CSRD Readiness Assessment”, una herramienta de evaluación online para ayudarte a identificar el nivel de preparación de la información de sostenibilidad disponible con los ESRS.
Gracias a esta herramienta, podemos aportar una visión clara de cuáles son los indicadores o requerimientos que ya se cubren y los que hay que empezar a trabajar en 20 minutos, incluso antes de realizar el análisis de materialidad*.
Además, tras el análisis, proporcionamos un informe de recomendaciones con las indicaciones necesarias a seguir para ponerse manos a la obra con tiempo suficiente. Es, en definitiva, el punto de partida para identificar los pasos que deben abordarse para cumplir con los requerimientos de cada ESRS.
Con los resultados del Readiness Assessment, te recomendamos que descargues nuestra Guía de Adaptación a la CSRD donde compartimos los 5 pasos clave a seguir.
La CSRD representa un cambio fundamental en la forma en que las empresas informan sobre su gestión de la sostenibilidad e impactos. La preparación temprana y el uso del CSRD Readiness Assessment de Crowe no solo son necesarios, sino que también pueden convertirse en una oportunidad para definir o actualizar la estrategia de sostenibilidad.
CSRD Readiness Assessment
* El CSRD Readiness Assessment evalúa todo el conjunto de estándares ESRS, independientemente de que, tras realizar el análisis de materialidad, algunos aspectos no resulten relevantes o aplicables. Este assessment pretende ofrecer una respuesta rápida y exhaustiva a la situación actual de la empresa. Se trata de un ejercicio voluntario para facilitar la realización del Gap Analysis y la adecuación a la CSRD.