Por casi una década después de la crisis financiera del 2008, uno de los principales problemas de la economía mundial era la falta de gasto. Los hogares redujeron sus deudas, los gobiernos impusieron la austeridad y las empresas, cautelosas, frenaron la inversión, sobre todo en capacidad física, mientras contrataban una reserva aparentemente infinita de trabajadores.
Ahora bien, en esta ocasión la crisis económica generada por el Covid-19 y la rápida propagación del virus en 2020 provocó el cierre de industrias en todo el mundo y, mientras la mayoría de la población estaba encerrada, se presentó una menor demanda de los consumidores, por consiguiente, la disminución de la actividad industrial. Gracias al despliegue de las vacunas contra el coronavirus, la economía mundial está empezando a salir lentamente de la pandemia generando un aumento en la demanda de los productos, impulsada por los estímulos otorgados por los gobiernos, en particular en las economías desarrolladas.
La pandemia ha dejado a su paso un problema económico muy destructivo: La interrupción de las cadenas de suministro mundiales y los efectos colaterales como el desabastecimiento de contenedores para transportar mercancías, escasez de mano de obra especialmente en la cadena de transporte, congestión portuaria, aumento de los costos de materia prima y precios de la energía disparados.
Descargue el artículo en el siguiente botón.
Contacte a nuestros expertos para recibir mayor información en la materia.
Crowe Colombia, expertos en auditoría, consultoría, BPO, impuestos, servicios legales y finanzas corporativas.