El escenario económico mundial en los últimos años ha generado incertidumbre en todos los sectores de la economía que poco a poco empiezan a versen afectados directa e indirectamente, es por eso por lo que, desde el punto de vista de la teoría económica, los mercados han estado viviendo situaciones insólitas después de estallar la última crisis financiera.
A partir de esta situación se empiezan a ver afectaciones en algunos panoramas a nivel global, como el alza en materias primas, productos de canasta, subida de tasas de interés y en los últimos meses, un golpe en la caída del precio de cobre, escenario que ha empezado a preocupar a las grandes industrias y a expertos quienes señalan, no es un buen panorama frente al temor de la recesión económica que se vive actualmente.
Debido a esto, según los más recientes datos de inflación y las medidas que han tomado los Bancos Centrales frente al empuje a sus economías a la recesión, también ha llegado a golpear la demanda de metales, situación que se vio plasmada a principios del mes de julio con la caída en los precios del cobre.
Según cifras publicadas en el último año, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres se hundía 2,9% a US$ 7.994 la tonelada a las 1133 GMT, después de haber caído a su menor nivel desde principios de febrero de 2021, a US$ 7.959 la tonelada. Generando aún más incertidumbre, pues este es un metal indispensable en el sector energético, el transporte, las telecomunicaciones, la construcción, la salud y en todos los dispositivos tecnológicos que se usan a diario.
El cobre en la LME (London Metal Exchange) se encontraba en la cuarta caída semanal consecutiva registrando su peor trimestre desde el año 2011 en los tres meses hasta junio, y a hoy, los inventarios de cobre a 30 días en los almacenes de la Bolsa de Metales de Londres (LME) bajaron a 106.000 toneladas (-2.450 t).
Sin embargo, desde otro panorama global, China, uno de los principales consumidores de metales no logró bajar la guardia al mundo frente a este desplome, pues a pesar de tener un fuerte repunte en la producción, el contrato de cobre de agosto más negociado en Shanghái cerró la sesión con un declive de un 4%, a 61.630 yuanes (US$ 9.190,96) la tonelada.
Siendo una de las razones por las que también se vio afectado el precio de este metal, debido a la desaceleración de la economía China, quien en este segundo trimestre no tuvieron buenos indicadores en su economía, debido a la coyuntura del Covid-19 y sus fuertes políticas restrictivas frente a esta situación sanitaria.
Es entonces, donde se confirma que tal y como apunta el experto de eToro, el desplome del cobre es el doble que el que han sufrido las materias primas en su conjunto, y se debe al "peso de los crecientes temores de recesión, una recuperación china en apuros y el repunte del dólar estadounidense".
A pesar de que el cobre sufrió una caída cerca del 30% en los últimos meses y por las razones mencionadas anteriormente, los expertos logran ver un panorama diferente al finalizar este año, haciendo análisis positivos en su precio promedio.
Significando un gran peso para la evolución de la economía internacional, que sigue siendo una gran incertidumbre, pues no se puede predecir con exactitud el nivel de las tasas de interés, la afectación de las monedas latinoamericanas, especialmente en países como Argentina, Chile y Colombia, la recuperación del Producto Interno Brruto (PIB) de China, país considerado como una de las estrellas del éxito económico, que no pudo salvarse de esta crisis, y por supuesto, de los pronósticos que se avecinen para una posible recesión económica.
Fuentes: BBC News, Bussines Insider, América economía