La guerra de azúcar es un término usado para describir la creciente competencia entre los fabricantes de productos con alto contenido en azúcar en el mundo, esta disputa se ha intensificado en los últimos años debido al aumento del consumo de productos procesados y al mayor poder económico de la industria del azúcar.
En esta industria, la lucha por mantenerse a la vanguardia del mercado ha traído consigo un incremento en los precios de los productos con alto contenido en azúcar, provocando una cascada de cambios en la industria alimentaria, incluyendo el establecimiento de límites en los niveles de azúcar que se permiten en los productos y el uso de edulcorantes artificiales.
El impacto de la guerra del azúcar ha sido profundo, influyendo en el tamaño y composición de los bienes alimenticios en todo el mundo, esta batalla sigue siendo un tema importante para los gobiernos, la industria alimentaria y la salud pública, por ello se debe seguir investigando con el fin de lograr una mayor comprensión de su impacto, y así, seguir trabajando para establecer estrategias a largo plazo abordando los problemas relacionados con el consumo excesivo de azúcar y otros nutrientes.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en la actualidad, la industria sigue su marcha imparable, pues cada año se producen aproximadamente 160 millones de toneladas de azúcar que mueven alrededor de 70.000 millones de dólares en todo el mundo; cada persona consume una media de 24 kilos anuales.
En medio de la batalla global contra el azúcar, las firmas colombianas han logrado pisar fuerte en el mercado de la confitería. De hecho, el país es el mayor productor mundial de chupetas, vendiendo a 90 países con marca propia o con la marca de sus clientes, pues así lo menciona el director de la Cámara de Alimentos de la Andi, Camilo Montes, para la revista Semana.
Según las cifras de la Cámara de Alimentos de la Andi, la industria de alimentos está conformada por 43.000 empresas, 98% micro y pequeñas, y responden por la quinta parte de la producción manufacturera nacional, pues esta no solo abastece el mercado local, sino que también exportan a más de 120 países. Y sus ventas externas alcanzaron 6.937 millones de dólares el año pasado, 1.500 millones más que en 2021.
Respecto al mercado de dulces en Colombia, 3 de cada 4 personas (76%) consume dulces y sumado a ello, 1 de cada 3 personas (36,6%) lo hace diariamente, de acuerdo con el último reporte del Ministerio de Salud y Protección Social. Así mismo, el informe de Euromonitor revela la siguiente lista de las empresas más destacadas del mercado de dulces:
Las empresas dedicadas a la producción de alimentos emplean en el país a 446.000 personas, lo que implica que, tras la pandemia, ya se recuperaron los puestos de trabajo que tenían antes de su llegada y sus productos se venden en 450.000 establecimientos de comercio; la mayoría, tiendas de barrio.
A pesar de que ha sido el sector más afectado por la inflación, en los últimos meses se han empezado a ver variaciones de precios menos marcadas y a incorporar la innovación para poder atender los nuevos retos regulatorios en temas como los contenidos de grasas, azúcares o sodio.
“Toda empresa que venda alimentos en el país debe atender 86 reglamentos técnicos, de los cuales 80 no tiene más de 5 años. Se está avanzando en temas como el etiquetado, que ya se ve en la mayoría de los productos con su primera versión que fueron los círculos, pero luego se estableció que debe ser en forma de octágono, con el argumento de que así se puede ofrecer más información al consumidor. Cumplir con estas exigencias ha sido un reto monumental para las empresas, que además deben poner una tabla nutricional más grande”, dice el directivo de la Andi, a través de Revista Semana.
Este reto de los etiquetados cambia en cada país, lo que hace que sea un desafío adicional para exportar a 120 mercados. Estas estrategias deben incluir la educación sobre nutrición, la modificación de los hábitos alimentarios y el mejoramiento de la calidad de los alimentos procesados.
La guerra de azúcar es un tema complejo, y su impacto sobre el bienestar humano sigue siendo desconocido. Sin embargo, se necesitan mayores estudios para comprender mejor sus consecuencias a largo plazo y así, cuando se tengan todos los datos disponibles, podrá establecerse una solución adecuada a este importante problema mundial, que paso a paso va disminuyendo su impacto gracias al trabajo conjunto de las empresas y los gobiernos.
Por ahora, Colombia se ha posicionado como el mayor productor mundial de chupetas y colombinas de dulce, al igual que, un gran proveedor de galletas, pues los dulces fabricados en el país se exportan a 90 países, posicionando la industria de alimentos como una de las más dinámicas, pues su demanda de consumidores está asegurada pero su apuesta por usar tecnología para producir alimentos funcionales con menos azúcares y menos grasa sigue siendo un gran reto para las grandes compañías.