Muchas son las expectativas que se tienen frente la situación económica que se ha vivido a través del mundo en los dos últimos años, con ello, una serie de situaciones continuas como lo son la pandemia y la guerra bélica que debilitaron lentamente la economía mundial, llevando a que bancos centrales del mundo aumentaran su tasa de interés golpeando de forma directa a los consumidores de a pie, a las grandes, medianas y pequeñas compañías.
Colombia no se ha quedado atrás, pues el año 2022 trajo consigo una suma de decisiones que buscaron equilibrar los daños colaterales en la economía, como lo fue el alza de tasas de interés que ha subido sus tipos de interés 1 punto, desde el 10% hasta el 11% anual, por otra parte, la subida del dólar superando los cinco mil pesos colombianos y la elevación de los precios de la canasta familiar, dentro esto, precios que siguen subiendo notoriamente como lo son los productos básicos de la canasta familiar.
Lo anterior, muestra un panorama poco alentador para los consumidores, lo que se vio reflejado en los resultados del Índice de Confianza de Consumidor (ICC) publicado por Fedesarrollo, un indicador que pretende seguir de cerca el comportamiento de la demanda y registrar cambios en las preferencias y en los hábitos de consumo de las familias colombianas, que registró un balance de –19,5% para el mes de octubre, representando una disminución de 8,0 puntos porcentuales (pps) frente al mes anterior, pues en septiembre este índice estuvo en -11,5%.
Para Fedesarrollo este comportamiento del ICC estuvo jalonado por una reducción de 8,9 pps en el Índice de Expectativas del consumidor y de 6,8 pps en el Índice de Condiciones Económicas, por lo que el panorama según la perspectiva de los consumidores es cada vez más pesimista, pues se considera el indicador más bajo que se ha tenido en el último año.
Este indicador que es publicado mensualmente señala un panorama amplio frente a los hábitos de consumo que pueden registrar los consumidores en los siguientes meses para todo el país, pues la valoración de los consumidores sobre la situación de sus hogares se redujo 13,4 pps y la valoración sobre la situación del país disminuyó 13,1 pps, demostrando una gran afectación por lo mencionado anteriormente.
Por su parte, según Fedesarrollo la disposición de los consumidores a comprar bienes durables se ubicó en - 47,4% en lo corrido del trimestre, resultado que representa una caída de 3,4 pps relativo al balance registrado en el tercer trimestre de 2022, por lo que según las últimas cifras la disposición a comprar bienes durables disminuyó, así como la disposición a comprar vivienda que cayó 5,5 pps frente al mes pasado.
Así mismo, el balance de respuestas acerca de si es un buen o mal momento para comprar bienes como muebles y electrodomésticos se ubicó en -47,4% en octubre y de igual forma la disposición a comprar vehículo registró un balance de -67,3%, representando una disminución en ambos comparativos frente al mes de septiembre.
El mismo panorama se percibió en la Encuesta de Pulso Social del Dane, pues dada a la incertidumbre de cómo siga el panorama en el país, los consumidores dejarán a un lado aquellos hábitos de consumo que no resultan ser tan esenciales en medio de un alza de precios de productos que sí son importantes y entran dentro del presupuesto mensual en los hogares.
Se puede concluir que la incertidumbre sigue y por eso, los expertos empiezan a mencionar la preocupación frente al alza de las tasas de interés, que como se menciona al inicio, sí ha impactado negativamente a los consumidores ya que, tan solo al acceder a un crédito, el mayor costo ocasionado por una tasa tan elevada se reflejará al momento de adquirir un producto o servicio, incluso, únicamente en la utilización de una tarjeta de crédito, esperando que las acciones que se han tomado en la modificación de las tasas empiece a dar resultados notorios para el año 2023.
Así mismo, debido al cambio de la nueva presidencia en el país y a la nueva reforma tributaria que ha sido aprobada, se suman las incertidumbres de los colombianos frente a algunos puntos que como se mencionó anteriormente afectarán los precios de la canasta familiar, pues dentro de los productos gravados por esta reforma están algunos alimentos como los ultraprocesados y bebidas azucaradas, que según el mercado subirían un 10% para el año 2023 y hasta un 15% para el 2024, y dentro de ellos, encontramos comestibles como embutidos, cereales, ponqués, tortas, bebidas endulzantes, entre otros.
Fuentes: Fedesarrollo y Portafolio